Incluso el hombre más sabio sólo sostiene una vela en pleno sol.

viernes, 25 de mayo de 2012

Los Escritos 35



A veces creo escuchar una llamada atávica de un mundo ahora perdido que despierta de repente ante un viejo y conocido olor a hierba húmeda y a tierra seca. Es el olor de los campos de juego donde se fraguaron el espíritu y el carácter de nuestra generación, el olor de aquellos campos desaparecidos en el frenesí de nuestro tiempo y de los que ya no queda nada, excepto nosotros y las sonrisas de nuestros corazones.

viernes, 18 de mayo de 2012

Los Escritos 34





La belleza de la vida se plasma perfectamente en el siguiente relato de Paulo Coelho.

Las fiestas de Valencia, en España, tienen un curioso ritual cuyo origen radica en la antigua comunidad de los carpinteros.
Durante un año entero, artesanos y artistas construyen esculturas gigantescas en madera. En la semana de la fiesta, llevan estas esculturas a distintos puntos de la ciudad. La gente pasa, comenta, se deslumbra y se conmueve ante tanta creatividad. Entonces, el día de San José, todas estas obras de arte -salvo una- son quemadas en una gigantesca hoguera, ante la presencia de miles de curiosos.
-¿Por qué tanto trabajo inútil? – preguntó una inglesa, a mi lado, mientras las inmensas llamaradas subían hacia el cielo.
- Usted también terminará un día – respondió una española. – Piense si, en ese momento, algún ángel le preguntase a Dios: “¿por qué tanto trabajo inútil?”

lunes, 14 de mayo de 2012

Superman

"A mitad de la entrevista le pregunté cómo hacía para volar. Me dijo:
   -No lo sé, ¿qué haces tú para caminar?
   -Me levanto y doy un paso al frente- le contesté.
   -Yo me levanto y doy un paso hacia arriba.
Entonces comprendí la enorme distancia que nos separaba y todo lo que nos hacía tan diferentes."





viernes, 11 de mayo de 2012

Los Escritos 33




    He cogido un taxi para llegar al piso en el que me han citado. El taxista no ha dicho una palabra en todo el camino. Yo tampoco. ¡Oh!, perdonad, no me he presentado. Me llamo... bueno, en realidad pronto descubriréis quién soy y cuál es mi historia, así que el nombre tampoco importa mucho. Además, en mi profesión nadie usa su verdadero nombre. Algunos escogen uno y lo usan siempre. Yo prefiero cambiar. Hoy me podéis llamar D.
    Como decía, he cogido un taxi. Le he dado una dirección apuntada a mano en un papel y en quince minutos me encuentro ante la puerta del bloque donde me espera Víctor. Nos habíamos conocido unos días antes en una zapatería. Yo trataba de encontrar unos zapatos italianos a un precio decente cuando Víctor se sentó a mi lado. Se presentó y después de tantearme un rato con alguna que otra pregunta banal, me presentó a su novia. Me invitaron a un café y me propusieron hacer un trío con ellos. Bla, bla, que si somos de mentalidad abierta, bla, bla, bla, que si las relaciones monogámicas son antinaturales, bla, bla, bla, que yo les había gustado a los dos. Les dejé soltar toda su parrafada. Me bebí tranquilamente mi café y cuando terminaron les pregunté si era la primera vez que lo hacían. Me dijeron que sí al unísono. Miré a la chica, que estaba bastante bien y le sonreí. Miré al chico, que tenía pinta de no saber una puta mierda de lo que hacía y me sonreí a mí mismo.
    —Bien —les dije extendiendo una tarjeta—, éste es mi número de teléfono. Cuando queráis hacerlo sólo tenéis que llamarme.
    Me levanté y me fui. Francamente, pensaba que no se iban a atrever. Pero aquí estoy, saludando a este imbécil que va a dejar que me folle a su novia mientras él nos mira y se la machaca.
    El piso no está mal. Está amueblado con poco gusto y con mucho dinero. En el salón nos espera Laura, la novia de Víctor. Su ropa no es nada sugerente y en la mesa hay preparadas unas copas para los tres. Tienen dudas. Me quito la chaqueta y noto que se ponen nerviosos. Empiezan a hablar atropelladamente, pisándose las frases el uno al otro. Bla, bla, que si nos ha costado decidirnos, bla, bla, bla, que esperan que me encuentre a gusto, y bla, bla, bla, bla. Un rollo interminable. ¿De dónde coño han sacado la idea de que me interesa una mierda lo que dicen?
    —Ven—, le digo a Laura, mientras alargo mi mano para que la tome.
    Ella mira a Víctor en busca de algún comentario o quizás una señal de aprobación.
    —¡Ven aquí!—, le digo un poco más enérgicamente.
    Ella obedece, se acerca a donde yo estoy y se queda de pie sin saber qué hacer. Pongo mi mano sobre su estómago. La mantengo un rato ahí, sin forzar nada. Al poco, ella se desabrocha el pantalón. Y...¿sabéis? Creo que me saltaré esta parte. Baste decir que Laura se corrió mirando a la cara a su novio mientras éste sollozaba desnudo con la polla más pocha que una uva pasa. Pero creo que ya he dado demasiados detalles innecesarios. Sí, demasiados. Al principio dije que contaría mi historia y eso es justo lo que voy a hacer...

jueves, 10 de mayo de 2012

A propósito de Los Vengadores...

Sólo diré una cosa:

Ya sabéis a qué me refiero.

viernes, 4 de mayo de 2012

Los Escritos 32



    R. posó el puro que sostenía en su mano derecha sobre el cenicero de la mesilla. Lo había estado chupando mientras daba su discurso al espejo. Creía que así su imagen se vería más afectada y por lo tanto, sus palabras también. Lo había ensayado un par de veces en su cabeza antes de postrarse desnudo frente al espejo para aparentar la calma que necesitaba en ese momento. Sus manos todavía le temblaban un poco. Se sentó al borde de la cama y se fijó en el tocador que quedaba frente a él. Era un tocador sencillo, práctico a su modo y de muy mal gusto. El espejo que había sobre el mueble, el mismo frente al que había ensayado su discurso, era todavía peor.
    Se puso de pie y sujetó su pene con una mano mientras se llevaba la otra hasta el pecho. Hizo el signo de la cruz de derecha a izquierda confundido por el reflejo del espejo y comenzó a masturbarse.
   Cuando M. entró en el cuarto, su miembro ya estaba totalmente erecto.
    —¡Vaya talla gastas!— dijo ella dejando un fajo de billetes de 50 sobre el tocador.
    Se tumbó en la cama abriéndose el camisón e invitó a R. a acompañarla.
    —Un momento.— dijo R. mientras metía los billetes en su cartera y la guardaba en un bolsillo de su chaqueta.
    —Has estado fumando,— dijo M. enérgicamente. —Te dije que no me gustaba el humo del tabaco.—
    —Lo siento.— respondió R.
    —¡No, no! Esto tendrás que recompensarlo. Ven aquí.
    R. se tumbó en la cama junto a ella. Rodeó su cintura con una mano y empezó a frotar su sexo con la otra.
    Y mientras M. lo abrazaba rezó por su alma a Dios entre sollozos.

martes, 1 de mayo de 2012

El Dibujo de Mayo

Llegamos a Mayo y lo estrenamos con la versión "Front" del dibujo del mes pasado que ya había anunciado por aquel entonces. Como añadido os pongo la canción en la que está inspirado debajo del gadget "Dibujo del mes" en la barra lateral. Creo que a partir de ahora iré añadiendo un poco de la música que voy escuchando mientras dibujo las ilustraciones para emular la atmósfera en la que trabajo y que podáis imaginar un poco lo que me inspira, o al menos lo que escucho mientras dibujo. Para que no resultara molesto he puesto un display para que lo podáis parar cuando queráis, así que para escucharlo hay que darle al play. A disfrutarlo.